La terapia con láser de bajo nivel como tratamiento para el dolor crónico

El dolor crónico se define como el dolor que persiste durante más de 12 semanas (Task Force, 1994) y actualmente afecta aproximadamente al 30% de la población en los Estados Unidos (Johannes et al., 2010). El método más común para manejar el dolor crónico ha sido tradicionalmente farmacológico (Nalamachu, 2013). Estos tratamientos a menudo incluyen medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE), opiáceos, acetaminofén y anticonvulsivos (Nalamachu, 2013). La medicina alternativa ahora también se usa con más frecuencia para tratar el dolor crónico y puede consistir en acupuntura (McKee et al., 2013), Tai Chi (Wang et al., 2010; Wang, 2012) y terapia láser de bajo nivel (LLLT). ) (Enwemeka et al., 2004; Ay et al., 2010). El objetivo de este manuscrito es resaltar los aspectos fisiológicos de LLLT, y discutir su aplicación para aquellos que sufren de dolor crónico, solo y en combinación con el ejercicio. También proporcionará una justificación para el uso de LLLT usando datos específicos y estudios de casos de la literatura existente que han resultado en resultados positivos para aquellos que sufren de dolor crónico.

¿Cómo se genera el dolor?

Los mecanismos fisiológicos de LLLT no son bien entendidos y los mecanismos tienden a ser muy amplios (Yamamoto et al., 1988; Kudoh et al., 1989; Campana et al., 1993; Sakurai et al., 2000; Chow et al. ., 2007; Moriyama et al., 2009; Cidral-Filho et al., 2014). Una hipótesis es que puede haber un aumento en el umbral nociceptivo después de TLBI que da como resultado bloqueo neural, específicamente una inhibición de las fibras neurales A y C (Kudoh et al., 1989; Chow et al., 2007). Esta inhibición puede estar mediada por la alteración del flujo axonal (Chow et al., 2007) o por la inhibición de las enzimas neuronales (Kudoh et al., 1989). Además, los datos sugieren un aumento en la producción de endorfinas (Yamamoto et al., 1988) y la unión del receptor opioide a través de leucocitos que contienen opioides con LLLT (Cidral-Filho et al., 2014). LLLT también puede simular los efectos de los fármacos antiinflamatorios al atenuar los niveles de prostaglandina-2 (PGE2) (Campana et al., 1993) e inhibir la ciclooxigenasa-2 (COX-2) (Sakurai et al., 2000). Además, los datos han sugerido que LLLT puede aumentar los niveles de óxido nítrico, un potente vasodilatador, que a su vez actúa para aumentar el flujo sanguíneo y ayudar a la curación (Samoilova et al., 2008; Moriyama et al., 2009; Cidral-Filho et al., 2014; Mitchell y Mack, 2013). Si bien los mecanismos no se han explicado completamente, está claro que la LLLT puede tener un efecto analgésico.

Estudios sobre la Terapia Láser

Los estudios han demostrado que la LLLT puede tener efectos positivos en la sintomatología asociada con el dolor crónico (Fulop et al., 2010; Hsieh y Lee, 2013); sin embargo, este hallazgo no es universal (Ay et al., 2010). Un metanálisis que utiliza 52 tamaños de efecto de 22 artículos sobre LLLT y dolor de Fulop et al. (2010) demostraron un tamaño de efecto global de 0,84. Esto se clasificaría como un tamaño de efecto grande y sugiere una fuerte inclinación por el uso de LLLT para reducir el dolor crónico. Veintidós estudios se utilizaron con dosis que varían de 1 a 30 J / cm2. Por otro lado, un metaanálisis de Gam et al. (1993) no demostraron ningún efecto de LLLT sobre el dolor musculoesquelético, pero este estudio fue publicado hace más de 20 años cuando LLLT recién estaba surgiendo. Más recientemente, los datos de Ay et al. (2010) no informaron diferencias en el dolor crónico en comparación con el placebo con el tratamiento dos veces por semana 5 días a la semana durante 3 semanas. El tratamiento consistió en una energía total de 40 J / cm2 (850 nm, 100 mV, un área de punto de tratamiento de 0,07 cm2, 4 min en cada uno de los cuatro puntos diferentes). Tomados en conjunto, es difícil evaluar si LLLT es una modalidad efectiva. Sin embargo, está claro que la LLLT puede ser efectiva en el tratamiento del dolor crónico en muchas personas y no debe pasarse por alto como una modalidad de tratamiento.

Zonas del cuerpo beneficiadas con la terapia

Una revisión sistemática y metaanálisis de 16 estudios de control aleatorizados sobre LLLT y dolor de cuello (Chow et al., 2009) interpretaron el análisis que LLLT causó una disminución inmediata del dolor agudo en el cuello y hasta 22 semanas después en dolor crónico de cuello pacientes. Recientemente, en un estudio doble ciego de control con placebo Leal et al. (2014) informaron una disminución del dolor y un aumento de la función en pacientes con dolor de rodilla.

Un problema con estos metanálisis es que los participantes se agruparon bajo el título de dolor crónico. Sin embargo, el dolor crónico tiene diferentes manifestaciones que inhiben la capacidad de hacer observaciones generales. Los subtítulos separados del dolor crónico pueden incluir, entre otros, dolor crónico de cuello y lumbago, síndrome de dolor miofascial y fibromialgia. Un metanálisis de Gross et al. (2013) trabajó para separar el efecto de LLLT en una variedad de condiciones diferentes. Según su revisión, el efecto de LLLT en el dolor crónico de cuello tiene un nivel moderado de evidencia de efectividad cuando se usan 830 o 940 nm pero no 632.8 nm. Sin embargo, se mencionó que los ensayos que investigan el dolor crónico de cuello y LLLT no cegaron a los participantes, lo que puede limitar la aplicación de los datos. Los autores también incluyeron el efecto de LLLT en myofasc
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